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Comprar 3x2
Hoy quiero hablaros de uno de los dilemas con los que nos enfrentamos cada vez que vamos a un supermercado, y que nos afecta en el modelo de consumo que tenemos implantado en nuestra sociedad.
Hablábamos hace unos días de la cantidad de comida que llegamos a almacenar en casa, y cuanta de la que compramos acaba en la basura.
En nuestra encuesta de Instagram, un 60% de los encuestamos reconocían comprar más de lo que necesitaban. ¿Que nos lleva a ello?
Qué nos lleva a comprar 3x2
Hay varios factores que nos llevan comprar más de lo necesario, pero hoy quiero mencionar uno que vivimos a menudo:
La compra de un 3×2.
A todos nos tienta la compra con descuentos. Tenemos la necesidad de pensar que hemos adquirido la ganga del siglo.
Pero si reflexionamos un poco, veremos que no siempre es efectivo.
Os pongo en situación de algo que nos ha pasado a todos: Necesitamos un producto, y vemos en la estantería una oferta que nos incita a la compra de 3 productos por el precio de 2. Obviamente, optamos por comprarlo, y nos vamos a casa con ese producto rebajado.
¿Qué hemos conseguido?
El resultado final es que necesitábamos uno, pagamos el doble, y nos llevamos 3.
Si ese producto no lo consumo habitualmente, lo tendremos en nuestra despensa por mucho tiempo, acabará caducando y su destino será el mismo que tenía previsto en la estantería del supermercado antes de llegar a mi casa, habiéndome gastado yo el dinero y siendo directamente responsable del desperdicio alimentario en mi casa.
¿Qué hay detrás de un 3x2?
Los supermercados forman parte del sistema de suministro alimentario actual, y cómo tal, tiene una parte de responsabilidad en el desperdicio alimentario. De toda la cadena de suministro, es el que mayor riesgo tiene de que convertirse en la principal fuente de desperdicio, ya que es el último de los eslabones que debe dar servicio a los consumidores. Curiosamente, son tan solo responsables del 5% del desperdicio alimentario de toda la cadena. ¿Porqué?
Desde hace años, los supermercados iniciaron un proceso de eficiencia que les han permitido liderar el ranking de menor desperdicio de alimentos de toda la cadena alimentaria. Es lógico: Al fin y al cabo, cualquier producto que se desperdicie acaba afectando a la cuenta de explotación de su centro como pérdidas, y, por tanto, debe establecer estrictas políticas de control que les permita reducir esas pérdidas.
Las exigencias en los controles de calidad de sus proveedores, los estrictos controles de conservación dentro de sus instalaciones, y las estrategias de venta en los lineales son algunos de los factores que les han permitido controlar el proceso de degradación de sus alimentos.
El objetivo de cualquier supermercado es saber exactamente cuáles son los productos que tienen mayor demanda y conseguir que el producto esté el mínimo tiempo posible dentro de sus instalaciones, existiendo por medio un importante estudio de los procesos de trazabilidad que les permite controlar la entrada y salida del alimento.
Aún así, por la variabilidad que tiene la manipulación y el consumo de los alimentos, no siempre se consigue establecer los criterios de eficiencia necesarios. Es aquí dónde aparecen las ofertas tipo 3×2, que permiten que esos productos salgan de las instalaciones antes de que acaben convirtiéndose en desperdicio.
Eso es eficiencia.
¿Qué debe hacer el consumidor ante las propuestas 3x2?
Lo que debemos hacer es planificar las compras previamente.
Siempre existen productos en descuento que podremos aprovechar, pero compremos solo aquellos que vamos a consumir en el periodo más corto posible.
Si ese producto lo consumimos con frecuencia, no dudes en comprarlo. Seguro que podrás consumirlo a un precio muy competitivo, y sí, habrás conseguido la superganga.
Si por el contrario es una compra puntual para un plato esporádico, no vale la pena comprar más de lo que necesito.
Tampoco es buena idea aprovechar esos descuentos en aquellos productos que voy a consumir por primera vez.
Es cierto que pueden comprarse con precios más reducidos, pero ¿qué pasa si cuando lo pruebas, no te gusta?
Debemos ser muy prudente en las compras de comida con descuento, y aprovechar aquellas que realmente necesito.
Es una gran opción, pero dependiendo de mis hábitos de consumo reales, nos saldrá más o menos rentable su compra.
