Separamos en distintos recipientes todos los ingredientes que debemos utilizar para cocinar la receta seleccionada, en las cantidades descritas.

En una olla ponemos el caldo y calentamos a fuego lento. Troceamos el pollo en cuartos. Pelamos y cortamos la cebolla en juliana. Pelamos los ajos. Preparamos el pan, el azafrán, la almendra, el vino, el aceite, la sal y la pimienta. Reservamos todos los ingredientes por separado.

En una cazuela ponemos el aceite y dejamos calentar un par de minutos. Agregamos el pollo, y lo marcamos por todos los lados. Reservamos. Agregamos la cebolla en la cazuela, y rehogamos durante 5 minutos. Salpimentamos. Añadimos el ajo, y lo sofreímos todo durante 10 minutos más. Mientras tanto, ponemos aceite en otra sartén, y dejamos calentar un par de minutos. Tostamos de forma continuada las almendras, las hebras de azafrán, y el pan, y reservamos todo junto en un mortero. Reservamos. En un cazo ponemos agua y cocemos los huevos durante 12 minutos. lo enfriamos y quitamos las yemas cocidas, que también pondremos en el mortero. Machacamos todo hasta que nos quede una pasta, y reservamos. Ahora vamos a mezclar el sofrito de cebolla, el pollo y la mezcla que acabamos de hacer, y lo cocinamos todo junto. Agregamos el vino y dejamos reducir un par de minutos, y a continuación añadimos el caldo de blanco. Dejamos cocer unos 40 minutos, rectificamos de sal, y... ¡Listo!

Servimos en un plato plano.

Glúten, Cáscara de fruta, Apio, Huevos, Sésamo, Sulfitos