Separamos en distintos recipientes todos los ingredientes que debemos utilizar para cocinar la receta seleccionada, en las cantidades descritas.

Encendemos el horno a 180º y dejamos precalentar. Limpiamos y fileteamos el calabacín. La colocamos en un escurridor, las salamos y dejamos que suden. Cortamos y limpiamos la lechuga. Pelamos y picamos el ajo. Preparamos el conejo, el aceite, la sal, el romero, la pimienta y el vino blanco. Reservamos todos los ingredientes por separado.

Primero preparamos una salsita mezclando un poco de leche con el romero, el ajo picado, la sal y la raspadura de un limón. Pasamos las rodajas de calabacín por harina, salpimentamos y reservamos. En una sartén ponemos Aceite de oliva y dejamos que caliente un par de minutos. Ponemos las rodajas de calabacín y las freímos por ambos lados. Reservamos en una hoja de papel absorbente. En una bandeja para el horno ponemos el conejo. Salpimentamos, aderezamos con aceite y un poquito de ajo picado. Vertemos medio vaso de vino, y dejamos cocinar durante unos 20 minutos. Le damos la vuelta, rectificamos de sal, pimienta y romero, y agregamos un poquito más de vino. Dejamos que continúe la cocción 20 minutos más. Comprobamos que ha quedado bien hecho, y...¡Listo!

Servimos en un plato plano, acompañado de una rodaja de limón, junto con el calabacín.

Glúten, Huevos, Sulfitos