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¿Qué es la alimentación saludable?
Mantener una alimentación saludable es, para muchos, uno de los retos a los que nos enfrentamos en el día a día.
Poder mantenerla genera innumerables ventajas, eso todos lo sabemos, pero conseguir llevarla a cabo requiere enfrentarse a algunas de las mayores exigencias posibles: convicción, disciplina y constancia entre otras.
Si la persona que decide seguirla es capaz de mantener estos criterios en un mayor o menor nivel de exigencia, conseguirá generar las bases por las que mejorará su sensación de bienestar.
Pero no nos engañemos, no es tarea sencilla, el proceso se enfrenta a innumerables obstáculos que debemos enfrentar. Por ejemplo, muchos de nosotros trabajamos fuera de casa todo el día, con una pausa para comer en cualquier restaurante que presenta una carta exquisita donde eres incapaz de ver los platos adecuados para mantener una alimentación saludable. RIP.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que mantener una alimentación saludable no es lo mismo que hacer dieta.
Para todos, el concepto dieta nos aboca a connotaciones negativas de restricción, sufrimiento, malhumor.
No hay nada peor que la prohibición. ¿Estamos de acuerdo?
Por lo tanto, no se trata de restringirnos nada que no queramos hacer, se trata de establecer las pautas para algo que nos motiva hacer.
Y esa es la clave de todo el proceso, ya que solo cuando creamos de verdad que es un acto voluntario lo efectuaremos con convicción.
Lo segundo que tenemos que pensar es el objetivo que perseguimos a la hora de efectuar una alimentación saludable.
- Adelgazar
- Mejorar ni bienestar
- Reducir el colesterol..
Éstos son conceptos que todos tenemos en nuestro vocabulario diario, y cada uno de ellos puede ser más o menos prolongado en el tiempo según el motivo por el que me veo obligado a hacerlo.
Generalmente, estos objetivos, vienen asociados a una señal de aviso que nuestro cuerpo manifiesta de alguna manera:
- Obesidad
- Problemas respiratorios
- Problemas cardíacos, etc.
¿Pero que pasa si la idea de mantener una alimentación saludable se produce por un acto de voluntad manifiesta de la persona sin que exista motivo aparente de obligatoriedad?
¡¡¡Esa es la clave!!!
Conceptualmente, la alimentación saludable conlleva, casi siempre, un cambio de hábitos alimentarios que debemos conseguir mantener en el tiempo de forma constante.
Un cambio de hábitos viene por decidir individualmente qué criterio voy a seguir en mi alimentación, que es bueno o malo según mi concepto de alimentación saludable, evitando, en la medida de lo posible, los parámetros restrictivos de cualquier dieta o corriente de moda.
Cuando hayamos decidido este punto, es cuando podremos enfrentarnos con garantías de éxito al cambio.
El hábito es lo que debemos establecer como eje fundamental de mis pensamientos, y solo así podremos adaptarlo a nuestro día a día.
El cambio que estemos experimentando es la sensación de bienestar, que vendrá con el tiempo: es decir, el beneficio que voy a recibir.
Y una última valoración: La decisión es siempre individual, nunca colectiva.
Desde quecenar.com queremos ayudarte a conseguir tus objetivos planificando semanalmente tus menús y adaptándolos a tus necesidades.